Así que para los días 6, 12 y 13 de julio, los convites llenarán las calles con desfiles coloridos. Aquí la alegría se entrelaza con los trajes típicos y las danzas creando un espectáculo visual y cultural incomparable, donde los gritos de ¡Viva Oaxaca!, no pueden faltar, sumándose al festejo los monos de calenda, así como las marmotas. 

Mientras que para el 20 y 27 se llevarán a cabo los Desfiles, donde participarán diversas regiones de Oaxaca. Este evento lleno de color muestra la vibrante riqueza cultural de las delegaciones, quienes con orgullo portan su indumentaria tradicional, bailando al compás de la chirimía y la músíca de viento.

En cambio, para los días 21 y 28 se suma a las festividades la representación teatral “Donají, La leyenda”, la cual narra la historia de la princesa zapoteca, quien murió en sacrificio por su pueblo. Este espectáculo, combina danza, música y teatro, desarrollándose en el escenario del Auditorio Guelaguetza, un sitio con impresionantes vistas panorámicas de la ciudad. 

Sin embargo, los eventos más emblemáticos son los Lunes del Cerro, los cuáles se realizarán el 22 y 29, actividades que reúnen a miles de espectadores, tanto locales como internacionales que vienen a apreciar los bailes como Flor de Piña, Chinas Oaxaqueñas, entre otros. Además de valorar la cultura y tradiciones del estado, representadas en bodas o mayordomías. 

Y eso no es todo, porque para los amantes del mezcal, habrá una feria del 20 al 30 de julio, en el Centro Cultural y de Convenciones, en donde podrán degustar una amplia variedad de mezcales provenientes de distintas partes de Oaxaca, incluyendo jóvenes, reposados, añejos, así como de otras variedades de agaves,  también pueden encontrar cremas, artesanías, textiles y otros productos locales que muestran la diversidad cultural, que contribuyen significativamente a la economía local, beneficiando a los productores. 

En cambio, para los apasionados de la gastronomía oaxaqueña, el 25 y 26 de julio, el Centro Gastronómico será el escenario del Festival de los Moles, un festín para los sentidos. Aquí, se podrán probar distintas y exquisitas variedades de este platillo, incluyendo el negro, amarillo, coloradito, rojo, entre otras recetas más representativos de Oaxaca. 

Es así como estas actividades buscan preservar, así como valorar la riqueza cultural de Oaxaca, generando un impacto positivo en la economía local, beneficiando principalmente a los productores locales, además de permitir que los turistas puedan conectar directamente con las tradiciones de las diferentes regiones, en un gran espectaculo lleno de color, sabor, así como tradición que deja experiencias fascionantes que nadie puede perderse.